La inmensidad del Mercat Central lo es por una conjunción de pequeños suspiros. Justo en su entrada principal, un diminuto puesto ejerce de joya de bienvenida. Una obra de Jaime Hayon sobresale por su cerámica verdiblanca.
Es el proyecto de Rafa Valls y Mercedes Valle, que cumplieron su sueño en común de estar en el Mercado. Su puesto, una despensa de buenas historias en torno a la producción alimentaria (mermeladas únicas, zumos con relato), cuida con un mimo muy especial su discurso visual. Hayon aceptó el reto, seducido por las posibilidades de dar la bienvenida a los miles de compradores del Central.
La imagen gráfica de UNO es obra del diseñador valenciano Vicent Carbonell.