¿Con qué vocación abrió Casa Capicúa?
El catering estaba funcionando muy bien y así sin pensarlo demasiado decidimos abrir la cafetería (teniendo en cuenta la situación en la que estaba la hostelería era mejor no darle muchas vueltas). Queríamos tener un espacio físico, una casa que no fuese solo nuestra, sino de todxs lxs que quisieran venir a conocerla.
¿Qué propuesta de valor queréis transmitir con vuestro diseño?
Para nosotras el diseño del local era un pilar fundamental en este proyecto, por eso contamos con Carmen Baselga que supo plasmar a la perfección la idea que llevábamos. Los colores elegidos fueron el azul para hacer referencia al mar mediterráneo y el terracota que es el color de la tierra de nuestra huerta. También queríamos reflejar la importancia que para nosotras supone hacer las cosas de manera artesanal. Todo lo que hacemos es casero y eso queríamos plasmarlo en el diseño, de ahí nuestras tazas elaboradas por Adriana Cabello, los peces de cerámica obra de Lorna Benavides y la celosía valenciana que viste las paredes de nuestra casa.
¿Por qué es importante el barrio/distrito para vuestra propuesta?
Elegimos este barrio principalmente por comodidad, queríamos trabajar cerca de casa, ya que es un oficio que requiere muchas horas de dedicación y un despertador que suene antes de las 6.00 am. Además, también es cierto que queríamos salir un poco de los barrios de siempre y buscar un ambiente tranquilo.