Obrador de pa.

Al entrar en Mòlt te recibe un ventanal y un largo mostrador de panes. Mòlt entra por el olfato y por la vista. Un local en el que los tonos grises y blancos copan el interiorismo, solo lo rompen las letras fluorescentes que nombran los diferentes tipos de pan y sus precios. Y, por supuesto, los verdaderos protagonistas: decenas de panes con nombre propio.

El obrador está al fondo, a la vista de todo aquel que entre. Ahí todo se elabora a mano, con fermentación lenta y masa madre de cultivo propio.

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Migue Martí y Javier Tortosa de Democràcia Estudio son los responsables de la identidad. Una identidad disruptiva en el mundo de los obradores. Como dice Tortosa, “buscamos una imagen que sea capaz de transmitir actitud y personalidad. Hacer pan es fácil, pero hacerlo diferente y ponerle un sello diferencial es una tarea más compleja. Representar todo esto en una marca, es Mòlt”.