Una pescadería de barrio reconvertida en un lugar homenaje al país luso con su tradición marinera y sus exquisitas conservas y vinho verde de Oporto. Sus bombillas de colores trasladan a los históricos puertos y verbenas portuguesas.
Un total de 50 tipos de conservas llenan la pared que hay detrás de la barra. Importadas directamente de Portugal, ellas son las reinas y el ingrediente estrella de sus platos.
El proyecto de interiorismo realizado por Espacio Ideo quiso hacer esos guiños hacia el país vecino, manteniendo y respetando la historia del lugar. De la Pescadería de Pepe conservan el rótulo del exterior que ahora decora parte del local, los azulejos de la pared, las mesas con parte del mármol del antiguo mostrador y hasta la báscula con la que se pesaba entonces el pescado. También queda la esencia de ese sitio de barrio, cercano, ese rincón frecuentado por muchos clientes que se han convertido en amigos.