Esta puesta en escena la acompaña la decoración a cargo del interiorista japonés Mikiya Kobayashi, quien también se ha encargado de la vajilla y los palillos. En Kaido se vive una experiencia de alta cocina con tintes clandestinos, al llegar, los comensales deben tocar el timbre para entrar y luego participan de la ceremonia del té.