En el espacio de un antiguo horno-bollería nació un estudio creativo de tatuajes contemporáneos que a su vez muta en galería de arte o taller. Dentro del local han mantenido la esencia del antiguo uso, respetando paredes y conservando el rótulo.
Su apuesta se basa en una idea del tatuaje más «ecológicamente responsable», convirtiendo al estudio en un espacio libre de plástico. Un entorno idóneo para transmitir la idea de tatuajes que van más allá del concepto Pinterest. Como reflejan sus creadoras, «creemos que la comunidad local del tatuaje necesita un soplo de aire fresco. Nuevas visiones, nuevas perspectivas, más apertura artística y más inclusividad social. Aspiramos a establecer un diálogo abierto entre todo tipo de artistas visuales y a llevar el tatuaje fuera de su zona de confort tradicional sin faltar nunca al respeto asus raíces más tradicionales».