Una familia dedicada a los abanicos desde 1964 que ahora llega al centro de la ciudad con su apertura en la calle San Fernando. Especialistas en el diseño y la fabricación de sus propias piezas.
Con la segunda generación, a cargo de Javier y Daniel Burriel, redoblan la apuesta por lo artesano: »Vivimos de la artesanía y dejamos en cada pieza un poco de cada uno de nosotros». La continuidad familiar hecha muy a mano.